Patricio Santander es documentalista chileno independiente. Actualmente trabaja en temas de investigación sobre los derechos humanos, conflictos y problemas de memoria en América Latina. Con el documental «The Shovel Man» fue ganador a mejor documental internacional del quinto Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos de Nepal (NHRIFF) en marzo del 2017. Es durante este viaje a Kathmandu que conoce a la protagonista de su próximo documental «Hijas del Corazón», el cual hoy se encuentra haciendo una campaña de crownfounding para su realización. Su director nos cuenta más de esta historia y la campaña.

-¿De que tratará el documental «Hijas del Corazón»?

Nuestro documental es sobre la historia de Nelly, ella es una chilena que se opuso a la dictadura de Augusto Pinochet, fue encarcelada y torturada por militares por lo que tuvo que huir de su tierra natal. Sin embargo, Nelly continuó las actividades contra la persecución política en Chile trabajando en varios países en proyectos de educación y salud. Llegó a Nepal en medio de las manifestaciones que buscaban el termino de la monarquía. Allí conoció a una niña de 10 años que tenía seis meses de embarazo a la cual cuido hasta que nació Anita. La madre biológica nunca aceptó a Anita debido a las condiciones en que ella había sido concebida. Dejó el departamento 9 meses después de que nació la niña; dejando a Nelly al cuidado de Anita. Durante 11 años Nelly está al cuidado de Anita en un país donde existe una de las peores violaciones de derechos humanos que sufre la infancia, la trata de menores.

– ¿Qué pasa con los niños?

Desgraciadamente las víctimas de trata de menores no son todas nepalíes esto esta pasando en todo el mundo. Un mercado vergonzoso que mueve más de 30.000 millones de dólares al año y que se ha convertido en el tercer negocio ilícito más lucrativo después del tráfico de armas y de drogas. Un mercado cuyas víctimas superan los 21 millones de personas en todo el mundo. Además la trata de personas no son siempre sexuales también existe esclavitud laboral, no solo en fábricas, sino también en hogares, hay trata de personas con fines de mendicidad y por tráfico de órganos.

-¿Qué está pasando en Nepal?

Nepal es uno de los países más pobres del mundo que ha sido especialmente castigado después del terremoto del 2015 y los monzones el 2017.

La población total de Nepal alcanza los treinta millones de personas, sólo el 20% de ella viven en ciudades y el 80% restante se dedica a tareas agrícolas en zonas rurales. Nepal actualmente enfrenta una falta de perspectivas sociales, así como la carencia de centros de enseñanza e infraestructura que en otros países se consideran básicas. Cerca del 37% de sus habitantes vive con un dólar diario.

¿Qué podemos hacer?

Para nosotros la realización de este documental busca generar conciencia y mostrar como la vulnerabilidad, la pobreza y la falta de oportunidades son el principal caldo de cultivo para la trata de personas, especialmente la infantil.

Queremos contar la historia a Nelly y Anita en un viaje a la intimidad y a un contraste duro. El contraste entre las imágenes del pasado ajadas y a veces levemente difusas y las actuales definidas y reales; entre las sombras de la muerte y la luz del descubrimiento; entre la noche en la ciudad y el sol inclemente en los valles; entre el desvelo pensando cómo encontrar la forma de ayudar y la compleja calma de esperar por años una solución; entre la crueldad de los asesinos y el amor incondicional de un familiar que no descansa.

-¿Por qué  es tan importante ayudar en esta campaña para la realización de esta historia?

Durante 11 años Nelly ha buscado una solución para el futuro de Anita, ya que al no tener la figura de un padre las leyes en Nepal tienen a Anita sin identidad y sin derecho a nada. Para Nelly no ha sido fácil enfrentarse a un sistema político que se encuentra en transición. Los traficantes se aprovechan de esta situación y engañan, en la mayoría de los casos, a las víctimas o sus familias con falsas promesas de trabajo. Debemos hacer algo y debemos hacerlo rápido. Se calcula que entre 12.000 y 15.000 mujeres y niñas caen en las redes de la trata cada año, la mayoría de ellas explotadas sexualmente en burdeles de Bombay o Nueva Delhi, o realizando trabajo esclavo en países de Oriente Medio.

El servicio de una niña nepalí en un burdel de la India puede costar entre los 7 y los 70 euros, dependiendo de la naturaleza del cliente, la edad de la niña y el “prestigio” del propio burdel. El dinero que han podido conseguir los traficantes por la venta de la niña oscila entre los 850 y los 2.200 euros. Las niñas son vendidas de un burdel a otro para crear la imagen ante la clientela de que son muchachas “nuevas”, ya que el precio de las niñas pierde valor con el paso del tiempo. Cuando ya no pueden sacar ningún beneficio, si sobreviven, las desechan, la mayoría arrastrando enfermedades físicas y psíquicas que les acompañarán el resto de sus vidas. Así funciona la trata de personas.

Un 53% de las víctimas de la trata lo son con fines de explotación sexual y un 43% lo son con fines de trabajo esclavo.

*Los nombres de nuestras protagonistas fueron cambiados para proteger su identidad por temas de seguridad

Los invitamos a ayudar y compartir esta campaña para conocer más de Anita en «Hijas del Corazón» .

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