Por Rolando Gallego @rolandogallego
Poder Absoluto. Hermética. Potente. Atractiva. La propuesta de “La Cordillera” (2017) arrasa con el espectador en cada fotograma. Lo toma por sorpresa, primero con el nivel de producción y cuidado de la película, y luego con un guion envolvente que hace sumergir en las miserias de la política a todos.
“La Cordillera” tiene como excusa utilizar la política para, en realidad, hablar sobre el poder y aquellos que lo detentan. Así, en medio de una cumbre presidencial en el límite entre Argentina y Chile, un mandatario (Ricardo Darín) deberá conciliar sus intereses políticos y económicos de una situación familiar complicada.
Dividida en dos, por un lado aquello que se vincula o relaciona con el poder y la política (tejes y manejes), exigencias personales de cada presidente, y, claro está, abusos, y por el otro un desgarrador relato sobre la disolución familiar.
Santiago Mitre vuelve a reflexionar sobre el poder, sobre los alcances del mismo, sobre la sordidez de la periferia y aquello que lo rodea, y lo hace con solvencia, con solidez, con la mirada puesta en un hombre y su hija (Dolores Fonzi), pero también en aquellos que acompañan (Erica Rivas) por elección y por convicción. Notable.
País: Argentina
Año: 2017
Director: Santiago Mitre
Elenco: Ricardo Darín, Dolores Fonzi, Érica Rivas, Gerardo Romano, Paulina García, Alfredo Castro, Daniel Giménez Cacho, Elena Anaya, Leonardo Franco, Christian Slater
Duración: 114 minutos
Género: Drama