Por Rolando Gallego @rolandogallego

El diario del después…

La realizadora Carolina Moscoso, se desnuda en cuerpo y alma en “Visión Nocturna”, relato que se sirve de múltiples soportes y elementos, más allá de los cinematográficos, para desarrollar su “reconstrucción” a partir de una violación.

Imágenes inconexas, frases símil diario, tomas de ella realizando diferentes actividades, y el silencio y complicidad de las autoridades, denuncia, con valentía y sin golpes bajos, aquello que vivió en carne propia y que la ha marcado desde ese entonces.

La pregunta al verla es ¿cómo pueden seguir pasando semejantes aberraciones para con las víctimas de la violencia sexual patriarcal? ¿Cómo es que se sigue mirando a otro lado, o, repreguntando a las mujeres acerca de si tal vez no se ha invitado al violador a que lo haga?

Moscoso se libera, en los momentos más dolorosos, para ella, como recibir un mensaje en un contestador, escuchar estupideces ante su relato, o reproducir declaraciones penosas del atacante, utiliza su cámara de vídeo para escaparse.

“Visión Nocturna” juega con el soporte, lo explora, lo lleva al límite, se anima a contradecir todas las leyes enseñadas en las escuelas de cine para  configurar una nueva manera de narrar, potenciada, en este caso, por la valentía de la realizadora de exponerse pero sin victimizarse, y además dialoga con el Chile urgente de hoy día, uno que no se calla más y exorciza sus miedos.

La cámara la libera, registra algunos momentos de alegría, fugaces, en medio de ese largo derrotero que la llevó a seguir adelante con una causa que siempre pareció perdida, y que no hizo otra cosa que dudar acerca de su palabra.

En la transcripción de la devolución del posible defensor ante la posibilidad de reapertura del caso por violación, todo el sistema machista, poderoso, evidencia la negación de la verdad de Moscoso, y en el caso de ella, el de millones de mujeres que padecen sus decisiones.

Hay una escena maravillosa, clave, en la que ella cuenta, con trazos gráficos en el centro de la escena, cómo la recibió su madre y hermana “nos abrazamos, pero no hablamos mucho”, no hacía falta más nada.

Hay bailes, hay música, hay contacto con raíces, con folklore local para luego hablar de la vida y la muerte, de nacimientos, de una visión nocturna que se agudiza con el paso del tiempo, de hombres y mujeres que celebran la vida, aun cuando el dolor los atraviesa.

La cámara en mano, la rusticidad de muchas de las imágenes, los textos invadiendo la escena, los ojos de la directora, o mejor dicho, su cámara, celebran su intento por superar, con esta catártica experiencia, un dolor profundo que la acompañará toda su vida, aun cuando el retorno al lugar de los hechos le hacen revivir su herida.

País: Chile
Año: 2020
Director: Carolina Moscoso
Elenco: Carolina Moscoso
Duración: 78 minutos
Género: Documental