Hoy quisimos revivir aquellas películas clásicas de la región, que no todos hemos tenido la oportunidad de ver o no sabemos que existen. Una de ellas es «La estrategia del caracol», basada en un hecho real, esta producciones es considerada de culto colombiano. De manera metafórica su director sabe como retratar el acoso a los inquilinos. Fue un éxito de público y crítica en 1993 y ganadora en el Festival Internacional de cine de Berlín, del Festival de Cine de Biarritz de Cine de América Latina, y galardonada además con otros treinta premios en diversos certámenes internacionales.
Por Camilo Velásquez @caanveru
Según me cuentan los que vivieron la coyuntura, hubo un día en 1993 en el que la calle 72, también conocida como avenida Chile en Bogotá, registró una fila de personas que le daba vueltas al Centro Comercial Granahorrar. No se trataba de una rifa, no era gente que aspiraba a un empleo, tampoco una concentración de aquella selección que en septiembre del mismo año golearía majestuosamente a la selección argentina en el Monumental de Núñez. Era el estreno de La Estrategia del Caracol, película del reconocido director colombiano Sergio Cabrera.
Voy a empezar por el final, así como empieza la historia cuando un periodista, interpretado por Carlos Vives, hace cubrimiento a un desalojo de ocupas y encuentra el testimonio de uno de los sobrevivientes de la Casa Uribe, inquilinato del centro de la capital, en el que vivían personas de diferentes orígenes, intereses, necesidades; pero por encima de todo, con un mismo objetivo: evitar que el dueño del inmueble, un “finísimo” representante de la clase alta, lo recuperara. Esa es la historia que cuenta el sobreviviente y es la historia que se desarrolla en la película.
Todos quieren lo mismo, el objeto preciado: La Casa. Entre sus habitantes un aspirante a abogado que se propone mediante la ley, pues cree en ella, evitar que sus compañeros de hogar queden sin techo. Por otro lado, un dramaturgo que no cree en la ley pero que tampoco quiere perder lo poco que tiene. Juntos y junto con los demás pensionados deciden utilizar diferentes recursos tanto legales como no tan legales para evitar que los saquen, con tan mala fortuna que se evidencia el peso del poder de quienes lo tienen en sus manos. Sin embargo, y cuando todo parece estar perdido, deciden unirse verdaderamente, concertar las posibilidades reales y planean una estrategia en la que a través de un mecanismo físico, pero al mismo tiempo romántico y poético, para desarmar y trasladar hasta la última puntilla sin que nadie lo note desde la fachada a un lugar alejado en los cerros de Bogotá.
Se preguntarán por qué 23 años después de su estreno escribo sobre La Estrategia del Caracol. En lo personal, y es algo en lo que muchos concuerdan conmigo, es una película de culto. Una historia que debería ser parte de los pensum de colegios, las universidades; que debería estar en la biblioteca fílmica de todas las familias del país, incluso, en la memoria de los latinoamericanos, pues retrata desde la piel de los habitantes de la Casa Uribe, la sociedad en la que vivimos. Además, porque de manera exquisita utiliza una expresión que muchos contadores de historias han utilizado recurrentemente sin sentido alguno, pero no se borra de la retina de quienes la hemos visto en repetidas oportunidades: AHÍ TIENE SU HIJUEPUTA CASA PINTADA… Toda una estrategia con tan deliciosa cereza como postre.
Si después de leer este pincelazo, con seguridad la encuentran completa en YOUTUBE, no dejen de verla, y de disfrutarla. Actualmente, es un material obligatorio en los procesos comunitarios de comunicación que adelanto con víctimas del conflicto en Colombia.
País: Colombia
Año: 1993
Director: Sergio Cabrera
Elenco: Frank Ramírez, Fausto Cabrera, Florina Lemaitre, Humberto Dorado, Delfina Guido, Víctor Mallarino, Salvatore Basile, Carlos Vives, Gustavo Angarita, Jairo Camargo, Ulises Colmenares, Marcela Gallego, Jorge Herrera, Luis Fernando Montoya, Edgardo Román
Duración: 105 minutos
Género: Comedia
