Es un éxito de cartelera, estrenada el 15 de septiembre en Argentina, todos hablan del hit que ha sido esta película biográfica sobre la cantante popular argentina Gilda y de la tremenda actuación de Natalia Oreiro, quien la interpreta a la perfección… Ya fueron adquiridos los derechos por Paradiso Distribution para estrenarla en Estados Unidos a principios del 2017, el 23 de este mes llegó a Paraguay y también a Uruguay… Esta película no para y no deja a nadie indiferente. Argentina vive uno de sus mejores momentos en el cine nacional.
Por Rolando Gallego @rolandogallego
No se arrepienten de este éxito.
Detrás del suceso (400 mil espectadores en dos semanas) en el que se ha convertido en el 2016 el filme “Gilda: No me arrepiento de este amor” (Argentina/Uruguay, 2016), de la realizadora Lorena Muñoz, hay un larga historia. Muchas veces esta producción estuvo por filmarse y fue cambiando de manos y productoras, pero lo que siempre estuvo claro fue que a Miriam Alejandra Bianchi, popularmente conocida como “Gilda”, era Natalia Oreiro, quien la tendría que interpretar.
El biopic, más allá de trabajar con la idea de la persecución de sueños y de luchar por las metas, posee la potencialidad de conectarse directamente con la cultura popular, la que, hace semanas, llena los cines y viraliza noticias y acontecimientos alrededor del filme.
Pocas veces sucede que un filme se transforma en un producto que atraviesa trasversalmente las clases sociales, pero en este caso, como sucedió oportunamente con la música de la artista, ese hecho acontece.
La historia del filme es conocida por todos, pero para atrapar desde la primera escena, Muñoz elige ubicar la cámara arriba de un féretro, dentro de un coche fúnebre, y desde allí iniciar todo el recorrido por la vida de la intérprete. Con datos y hechos conocidos sobre la cantante, se va armando una particular visión sobre la misma, sin claroscuros, y con la convicción de potenciar aquellos aspectos más positivos del mito. Pese a esto, el filme no posee fisuras, aún cuando algunos acontecimientos se cambian para lograr un resultado más potente.
Lorena Muñoz debuta en el cine de ficción, luego de grandes documentales como “Yo no sé que me han hecho tus ojos” y “Los próximos pasados”, y elige este producto popular brindando un tratamiento cuasi documental a la ficción.
Así, el filme no sólo se traduce en una serie de imágenes que remiten al rápido ascenso hacia la cima, sino que trabaja con los obstáculos que la mujer tuvo para poder llegar a buen puerto. Porque aunque parezca una historia de “cuento”, Gilda tuvo que lidiar con extremos complicados en el seno familiar, como el profundo rechazo por lo que quería hacer por parte de su pareja (Lautaro Delgado) y su madre (Susana Pampín) hasta “apretadas” de la mafia que maneja el negocio de la música.
Natalia Oreiro, le pone el cuerpo a la cantante, y logra una de sus mejores interpretaciones hasta el momento en el cine, superando el bronce con el que se construye el mito y que por momentos termina ahoga la pasión del relato, algo que es superado por la incorporación de los números musicales, que van desde el tímido primer acercamiento con Toti Gimenez (Javier Drolas) cantando “Paisaje”, en el casting, hasta la explosión en Bolivia y otros escenarios, con un momento clave, cuando, expulsada de la cartelera oficial de la cumbia, ofrece un show para presos.
País: Argentina
Año: 2016
Director: Lorena Muñoz
Elenco: Natalia Oreiro, Lautaro Delgado, Javier Drolas, Susana Pampín, Roly Serrano, Daniel Melingo, Daniel Valenzuela, Vanesa Weinberg y la actuación especial de Ángela Torres.
Duración: 116 minutos
Género: Drama
