Por Karla Monge @karlamonge

Güero: Persona con cabellos rubios…

La apatía y la parálisis amparada en la falta de oportunidades, son las características de Sombra y su amigo Santos, dos de los Güeros no tan güeros de esta premiada Road Movie por Ciudad de México, marcada por el drama con tintes de humor negro y alucinante experimentación como ejercicio cinematográfico, ópera prima del director y también guionista, Alonso Ruizpalacios, quien se inspiró en las movilizaciones estudiantiles de 1999 de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para su realización.

Sombra o Fede, (Tenoch Huerta) es un joven que estudia en Ciudad de México y vive en un deplorable departamento junto a Santos, (Leonardo Ortizgris), su amigo y compañero de Universidad, la que se encuentra tomada por los estudiantes que luchan en contra del nuevo estatuto de pagos, entre otras cosas. En esta parálisis se encuentran hasta que llega Tomás (Sebastián Aguirre), el hermano menor de Fede, el que es enviado por su madre porque “ya no puede más con él”. Entre silencios y escuchando música, Fede se da cuenta que su hermano aún es fiel a Epigmenio Cruz, un músico de la época de juventud de su difunto padre, “quien podría haber salvado el rock nacional”, el que “hizo llorar a Bob Dylan”, y del que conocemos sus letras a través de los propios personajes. Al enterarse de que Epigmenio está por morir en un hospital, inician un viaje en su búsqueda por la ciudad para conocerlo y que les autografíe su viejo casete, lo que los lleva a recobrar el aliento, la voz, el amor perdido, y la movilidad y acción que tanta falta les hace.

La historia, inspirada en las movilizaciones de la UNAM entre los años 1999- 2000, muestra a estos dos personajes que permanecen en su encierro marcado por la miseria y la desocupación, por la suciedad y el abandono a su propia suerte, sus miedos y su parálisis como mecanismo de defensa ante una situación en la que no pueden hacer nada, pero también porque nada hacen, por lo que la llegada de Tomás los moviliza de a poco hasta llegar a la acción que todos esperamos, e incluso le otorga a ratos cierto ritmo. No por nada la Universidad como telón de fondo nos activa como espectadores a querer remecer a esos personajes para que salgan de su estupefacción y sigan la consigna escrita en las paredes de la Universidad “Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción”, (frase del ex presidente de Chile, Salvador Allende).

Este viaje por Ciudad de México también repasa las distintas realidades en las que se mueven como el clasismo, la violencia, y la pobreza. Asimismo, es un viaje interior que va mostrando el potencial de los personajes y su carácter, pero también esos sentimientos que reprimen y que cada uno, a su manera, busca exteriorizar.

“Güeros” es una historia aparentemente simple, como un ejercicio libre, que logra despertar a sus personajes y moverlos, ver que avanzan y que sus motivaciones cambian o por lo menos progresan, pero que contiene sentimientos más profundos y complejos porque ahonda en la juventud, en sus sueños y miedos como personas de los que la sociedad espera todo, pero que ellos también esperan que esa sociedad responda ya sea por su esfuerzo, su dedicación e incluso por ser los primeros de su familia que dejarán de ser obreros para graduarse de la universidad. También es una película en la que su atemporalidad la transforma en una atractiva historia para cualquier época, incluso para cualquier lugar, por sobre todo cualquier país Sudamericano, en donde en los últimos años los estudiantes han sacado la voz porque la educación superior sea de calidad y pueda contener a todos como base de la inclusión social.

Una propuesta audiovisual en blanco y negro, en formato 4:3, con tintes de documental, es un claro ejercicio cinematográfico experimental por parte de Ruizpalacios, que incluye frases referentes al cine mexicano que se hace actualmente y al guión de la película, y que apuesta a potenciar el sonido al elegirlo con pinzas, desde la música hasta lo que emiten los propios personajes. Pero quiero decir que no se le hará fácil para el que gusta de un cine más convencional, de actos marcados, personajes héroes desde su detonante, o que espera un final explosivo, porque esta es una película que respeta el carácter de sus personajes y, por ende, los acompaña en su proceso de cambio.

“Güeros” es una ópera prima independiente de Alonso Ruizpalacios, de quien esperamos ansiosos una próxima película, no por nada su propuesta hizo que esta cinta ganara el Oso Dorado a la mejor Opera Prima del Festival Internacional de Cine de Berlín (2014); el premio del jurado en el Festival de Cine de Tribeca; el premio Horizontes en el Festival de Cine de San Sebastián (2014); el Festival Internacional de Cine de Morelia le diera en 2014 el premio Mejor Actor de Largometraje Mexicano a Tenoch Huerta, Sebastián Aguirre y Leonardo Ortizgris, premio a Mejor Primer o Segundo Largometraje Mexicano, Premio del Público, y Premio Guerrero de la Prensa; y que luego de 12 nominaciones a los Premios Ariel en 2015, ganara el premio a Mejor Película, Ópera Prima, Dirección, Fotografía, y Sonido; así que si no la ha visto pase por Netflix.

País: México.
Año: 2014.
Director: Alonso Ruizpalacios.
Elenco: Tenoch Huerta, Sebastián Aguirre, Ilsa Salas, Leonardo Ortizgris, Raúl Briones, Laura Almela, Adrián Ladron, Alfonso Charpener.
Duración: 108 minutos.
Género: Road Movie (Dice que es una comedia en Netflix, pero es un drama).